¿Libres?


Desde la Modernidad, el hombre prometeico ha tratado de levantar la bandera de la emancipación de toda coacción a la libre autodeterminación, pero él mismo se hizo consciente de los formidables obstáculos al señalarlos: las estructuras socioeconómicas (Marx); la libido, la moral social, el llamado 'inconsciente' (Freud); el vértigo de emanciparse realmente de Dios y ser dios (en-diosarse) para uno mismo decidiendo el bien y el mal (Nietzsche); el miedo a la libertad (Eric Fromm)...

Hoy, en la Postmodernidad, aunque todo el mundo sigue aspirando a ser 'libre', cada vez más gente se hace consciente que la 'libertad' efectiva se reduce en realidad a poder elegir móvil, o canal de tv desde el sofá, y poco más.

Tal vez hoy estemos en mejores condiciones para escuchar las palabras de Jesús acerca de que sólo Él puede hacer libre al ser humano (Juan 8:36). Tal vez hoy podamos escuchar de Él que la más radical coacción que esclaviza al ser humano, donde arraigan todas las demás, es su propia naturaleza habitada por un poder formidable que la ha modificado 'genéticamente'. Jesús lo llama 'Pecado'. Tal poder obliga indefectiblemente al ser humano a levantarse en rebeldía, a imagen del padre del pecado: Satanás, contra Aquel por el que y para el que fue creado y diseñado: Jesucristo.
Foto: Desde la Modernidad, el hombre prometeico ha tratado de levantar la bandera de la emancipación de toda coacción a la libre autodeterminación, pero él mismo se hizo consciente de los formidables obstáculos al señalarlos: las estructuras socioeconómicas (Marx); la libido, la moral social, el llamado 'inconsciente' (Freud); el vértigo de emanciparse realmente de Dios y ser dios (en-diosarse) para uno mismo decidiendo el bien y el mal (Nietzsche); el miedo a la libertad (Eric Fromm)...  Hoy, en la Postmodernidad, aunque todo el mundo sigue aspirando a ser 'libre', cada vez más gente se hace consciente que la 'libertad' efectiva se reduce en realidad a poder elegir móvil, o canal de tv desde el sofá, y poco más.  Tal vez hoy estemos en mejores condiciones para escuchar las palabras de Jesús acerca de que sólo Él puede hacer libre al ser humano (Juan 8:36). Tal vez hoy podamos escuchar de Él que la más radical coacción que esclaviza al ser humano, donde arraigan todas las demás, es su propia naturaleza habitada por un poder formidable que la ha modificado 'genéticamente'. Jesús lo llama 'Pecado'. Tal poder obliga indefectiblemente al ser humano a levantarse en rebeldía, a imagen del padre del pecado: Satanás, contra Aquel por el que y para el que fue creado y diseñado: Jesucristo.  Si no lo crees, prueba a resistir ese poder, prueba a no pecar contra Dios, a no trangredir su Ley, tal como la presentó Jesús.  Quien no ha ido de rodillas a Jesús clamando por libertad, por salvación, es que todavía ignora que es un total esclavo del Pecado: "...uno es esclavo de aquello que lo controla" (2Pedro 2:19). Y SÓLO hay dos opciones: ser controlados por Cristo, o ser controlados por el Pecado. Paradójicamente, ser controlado por Cristo resulta en libertad y vida; ser controlado por el Pecado... en muerte (Romanos 6:23).
Si no lo crees, prueba a resistir ese poder, prueba a no pecar contra Dios, a no trangredir su Ley, tal como la presentó Jesús.

Quien no ha ido de rodillas a Jesús clamando por libertad, por salvación, es que todavía ignora que es un total esclavo del Pecado: "...uno es esclavo de aquello que lo controla" (2Pedro 2:19). Y SÓLO hay dos opciones: ser controlados por Cristo, o ser controlados por el Pecado. Paradójicamente, ser controlado por Cristo resulta en libertad y vida; ser controlado por el Pecado... en muerte (Romanos 6:23).

P.F. Obed 

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